Hoy cumplo 38 y agradezco – en todo lo que valen – sus mensajes, su amor, sus detalles… pero el mensaje más especial que quiero compartir con ustedes es el de mi Mamá. Pues quién mejor que mi adorada madre para hacer un recuento de mi vida… desde su privilegiada perspectiva. Comparto con ustedes su regalo en estos 38 y siempre, comparto con ustedes – el amor – que me da a manos llenas desde antes de nacer…

Hace 38 años a las 4:35pm parí un niño hermoso, con mucho pelo negro y prematuro de ocho meses. Desde los siete meses quería salir al mundo y los médicos lo aguantaron, pero más pudo él y salió al otro mes.

Creció en una familia con tres hermanos, un padre y una madre, además de una familia extendida donde siempre reinó el amor, con diferencias, pero mucho amor.

El niño se convirtió en un adolescente inquieto, preguntón, desafiante e inteligente. ¡Que difícil fueron esos años!

El adolescente se transformó en un hombre recto, trabajador, luchador, buen hijo, buen hermano y mejor ser humano. ¡Estos años fueron increíblemente agobiantes, pero extraordinarios en orgullo hacia él!

Cogió una lucha en defensa de los derechos humanos y toda su familia lo siguió y apoyó, a pesar de que en esa época era casi imposible dialogar tan siquiera del asunto.

Mi hijo es un hombre que ríe, llora, canta, sufre, ama, trabaja, sueña, lucha por lo que cree, pero sobretodo ama a sus semejantes incondicionalmente.

Mi hijo se llama Pedro Julio, segundo de cuatro hijos extraordinarios.

Mi hijo es gay y yo soy su madre, orgullosa y honrada del privilegio que me dio el Ser Supremo.

¡Feliz Cumpleaños! ¡Dios te bendiga siempre!

Te amo,

Mami