Comunicado oficial de mi llegada al Task Force…

National Gay and Lesbian Task Force welcomes Pedro Julio Serrano as communications coordinator

NEW YORK, June 30 — The National Gay and Lesbian Task Force today announced the appointment of Pedro Julio Serrano as communications coordinator. Serrano will work to lift the voices of faith leaders who support equality for lesbian, gay, bisexual and transgender (LGBT) people, particularly through the Task Force’s National Religious Leadership Roundtable and its Institute for Welcoming Resources. In addition, he will work with other progressive, Latino and faith organizations, as well as manage relations with the Latino media.

«We warmly welcome Pedro Julio Serrano to our communications team,” said Roberta Sklar, the Task Force’s communications director. «Pedro Julio understands the need for more voices talking to more people about how discrimination hurts our communities. He will reach out to a wide spectrum of people who believe in equality for all and send that message on to their friends, families and neighbors.

Serrano is a well-known Latino LGBT movement leader. With studies in communications from the University of Puerto Rico, he worked for the Puerto Rican Health Department and as communications manager for LLEGO. In 1998, he became the first openly gay political candidate in the history of Puerto Rico to run for office. In 1999, he became the political and media director for the Human Rights Foundation of Puerto Rico. Most recently, he worked as communications associate and Voices of Equality coordinator for Freedom to Marry.

He also founded Puerto Rico Para Tod@s (Puerto Rico for All), an organization that advocates for social justice in Puerto Rico and the Latino community in the United States. He is a member of the Steering Committee of Sigamos Adelante, an effort to construct a new national Latina/o LGBT voice, and vice-chair of the National Latina/o Coalition for Justice, which fights to end discrimination in marriage.

«I feel deeply proud to join the Task Force at a time when this civil rights struggle is making important inroads towards equality. I start this new challenge, humbled by the love and support of thousands of people who have understood that our world has to be a place for all,” said Serrano.

El National Gay and Lesbian Task Force le da la bienvenida a Pedro Julio Serrano como Coordinador de Comunicaciones

NUEVA YORK, 30 de junio – El National Gay and Lesbian Task Force anunció hoy el nombramiento de Pedro Julio Serrano como Coordinador de Comunicaciones. Serrano trabajará para levantar las voces de líderes religiosos que apoyan la igualdad para las personas lesbianas, gay, bisexuales y transgéneros (LGBT), particularmente a través de la Mesa Redonda Religiosa Nacional del Task Force. Así como también laborará con otras organizaciones progresistas, de fe y Latinas; además de manejar las relaciones con los medios de comunicación Latinos.

«Le damos una calurosa bienvenida a Pedro Julio Serrano a nuestro equipo de Comunicaciones”, dijo Roberta Sklar, directora de comunicaciones del Task Force. «Pedro Julio comprende la necesidad de tener más voces que presenten sus historias a más personas acerca de como la discriminación afecta a nuestras comunidades. El llegará a un diverso universo de personas que creen en la igualdad para tod@s, y que a su vez, enviarán este mensaje de justicia a sus amigos, familiares y vecinos”.

Serrano es un conocido líder del movimiento LGBT Latino. Con estudios en comunicaciones de la Universidad de Puerto Rico, trabajó para el Departamento de Salud y como Gerente de Comunicaciones de LLEGO, la difunta organización nacional LGBT Latina. En el 1998, se convirtió en el primer candidato político abiertamente gay en la historia de Puerto Rico en aspirar a un puesto público. En el 1999, fungió como Director de Política y Medios de la Fundación de Derechos Humanos. Recientemente laboró como Asociado de Comunicaciones y Coordinador de las Voces por la Igualdad de la organización Freedom to Marry.

Además, fundó Puerto Rico Para Tod@s, una organización que aboga por la justicia social en Puerto Rico y la comunidad Latina en los Estados Unidos. Es miembro del Comité Timón de Sigamos Adelante, un esfuerzo por construir una nueva organización nacional LGBT Latina, así como también es Vice-Presidente de la Coalición Nacional Latina por la Justicia, que lucha por acabar con la discriminación en el matrimonio.

«Me siento sumamente orgulloso de unirme al Task Force en un momento en que este movimiento de derechos civiles más importante de nuestros tiempos está en su apogeo. Me lanzo a un nuevo reto, profesional y personal, satisfecho con la labor cumplida y honrado con la mayor humildad de contar con el amor y el apoyo de miles de personas que han comprendido que el Mundo tiene que ser para tod@s», aseveró Serrano.

La T en LGBT…

Mucho se comenta acerca de los gays. De la bisexualidad, ni hablar. De las lesbianas, aunque es mucho, quisiera que se hablara aún más, pero mejor aún… se hiciera más.

Pero si hay una letra que muchas veces se nos olvida, casi siempre ignoramos y raramente defendemos es la T.

Nuestr@s compañer@s transgéner@s fueron l@s pioner@s, l@s que han dado la cara y han luchado antes que la L, G y la B decidieran levantarse y batallar. Han sido l@s más vilipendiad@s, discriminad@s, malentendid@s, maltratad@s.

Por lo que entiendo que es un deber moral poner sus reclamos en la primera línea de batalla y exigir que cualquier proyecto, cualquier intento por lograr la igualdad para las comunidades LGBT, tiene que incluir, sin excepción alguna, a nuestr@s herman@s transgéner@s.

Se dice que cierta ‘extravagancia’, como llaman algunos, de la Parada de Orgullo LGBT nos hace daño y casi siempre esas críticas van dirigidas a nuestr@s compañer@s transgéner@s que deciden lucir sus mejores galas en nuestra celebración anual de orgullo. Y yo les reclamo a esos que no creen en la diversidad – esa es sólo una excusa de justificar el prejucio, la transfobia y la exclusión. Tanto straights, como lesbianas, gays y bisexuales sufren de este mal llamado transfobia.

Y yo me pregunto – cómo es posible que luchemos por erradicar el prejuicio, cuando nosotr@s mism@s discriminamos en contra de un sector de nuestras propias comunidades.

Te imaginas lo que sería hacer lo extraordinariamente posible para vivir una vida ordinaria. Pues, eso es lo que hacen día a día, miles de personas transgéner@s en su lucha por la búsqueda de la felicidad.

Se les niega acceso a servicios de salud que reconozcan su identidad y/o expresión de género; se les discrimina cuando van a buscar empleo; se les niega la vivienda; se les insulta, humilla, maltrata, violenta constantemente. Se les niega el reconocimiento legal de su cambio legal de sexo. Se les cuestiona su orientación sexual porque se piensa erróneamente que todo aquel que es transgénero es homosexual. Se les invisibiliza. Se les niega su identidad, su mera existencia.

Tengo la dicha y el honor de contar con varias amistades transgéner@s que me han enseñado tanto, que me han dado tanto. Son hombres heterosexuales, son mujeres lesbianas, son hombres bisexuales, son mujeres heterosexuales. Son hombres y mujeres que sólo quieren vivir una vida ordinaria por la cual luchan extraordinariamente.

Por Alexandra, Soraya, Yoseñio, Sean, Melanie, y por miles más… es hora de poner la T al frente de nuestras comunidades TLBG, en el nuevo orden de las prioridades que debemos tener.

Hagamos lo extraordinario por brindarles un futuro ordinario.

Para lograr un Puerto Rico Para Tod@s, tod@s tenemos que estar incluíd@s.

Es mucho más lo que nos une…

Desde que he estado en la vida pública, mucha gente me cuenta acerca de los recuerdos que tienen de mi Abuelo, por lo que hoy quiero reconocer a un ser que me honró con poder llevar su nombre y al amor de su vida, mi Abuela. Tuve la dicha, el honor y el orgullo de ser llamado como él, en honor a él. De los doce nietos, fui el único que tuvo ese honor. Mi abuelo materno, don Pedro Julio Burgos, fue un ser humano extraordinario… y me enseñó tanto.

Yabucoeño de corazón, puertorriqueño de pura cepa, Abuelo fue periodista por 57 años. Comenzó en el periodismo como Fotógrafo Preguntón en el desaparecido periódico El Imparcial. No tuvo educación formal, fue autodidacta. Y así como se educó solito, creció y se desarrolló en el periodismo, nunca se olvidó de sus raíces. Se mantuvo humilde, aún después del éxito que le acompañó toda la vida. Fue escalando posiciones hasta convertirse en el único puertorriqueño en dirigir cuatro periódicos: El Imparcial, El Día, El Vocero (el cual fundó) y El Mundo.

Su Carta Abierta se convirtió en una de las columnas más leídas en el periodismo escrito de nuestro país. Como consecuencia de ese éxito, escribió una compilación de esas Cartas Abiertas en un libro sobre sus viajes a través del mundo titulado ‘Epístolas de viajes’.

Tuvo un solo amor en la vida. Conoció a mi abuela Alice González en el Capitolio, mientras ella era secretaria del Senador Celestino Iriarte y él trabajaba como periodista de El Imparcial. Luego del amor a primera vista, tuvieron un noviazgo de sólo tres meses y duraron toda una vida juntos (53 hermosos años de amor). Un jíbaro de Yabucoa se enamoró de una muchacha de la losa de Miramar. Ese hombre de ‘cuna humilde’ enamoró a esa joven de ‘alta alcurnia’ 9 años menor que él. Sus diferencias se convirtieron en sus fortalezas y desarrollaron un amor que trascendió lo que podrían considerarse barreras invencibles. Tuvieron tres hijas, Marisol, Vilma y mi Mamá, Alicia.

Luego, tuvieron doce nietos, a quienes mimaron, ayudaron a criar y consintieron. Yo fui uno de los afortunados. Mis abuelos decidieron construir el que se convertiría en su último hogar en los altos de la casa de mis padres. Pude compartir con ellos en el ocaso de sus vidas y aprendí de primera mano, el verdadero significado de lo que es amar.

Uno de sus legados más importantes era que todos los años, sin falta, íbamos tod@s a Yabucoa, a casa de su hermana, titi Juanita, a celebrar el Día de Reyes. Allí con música típica, gandinga, arroz con gandules, morcilla, pernil y coquito… celebrábamos la Navidad a lo puertorriqueño. Aún se mantiene esa tradición… en honor a su memoria.

Me enseñó sobre oratoria, política, derechos civiles, periodismo, redacción y liderazgo. Pero sobre todo, me enseñó a ser humano. Siempre me dijo que no podría ser periodista, porque no suelo ser objetivo, sino que me dejo llevar por las emociones. Pero me dijo que como todo lo hago de corazón que sería un buen líder. A Abuelo todo el mundo lo quería, pues utilizaba sus contactos y sus recursos para ayudar a los demás, a toda persona que se acercara a él. Lo mismo cenaba con grandes figuras políticas y artísticas, como almorzaba con el empleado de almacén del periódico donde laborara.

Cuando me encontraba en mi cuarto año de escuela superior, inesperadamente, mi abuelo sufrió un derrame cerebral que lo inhabilitó de continuar una vida normal, por lo que mi Mamá, mis hermanos, mi Papá y yo nos encargamos de cuidarlo y atenderlo. Esos años fue cuando aprendí de primera mano, lo que es amar… al ayudar en el cuidado de un ser que tanto nos dió y que ahora necesitaba que correspondiéramos ese amor.

Cuando Abuelo falleció, continuamos cuidando de mi Abuela, quien padecía de Huntington Korea (que es una mezcla de Alzheimer y Parkinson) hasta varios años después cuando también muere. Sin lugar a dudas… el amor de estos dos seres fue la zapata de la gran familia que legaron a nuestra tierra. Su amor trascendió las diferencias socioeconómicas, las diferencias de edades, las diferencias culturales que pudieron ‘afectar’ su relación porque su amor era verdadero. Además, su amor era incondicional tanto para familiares como para desconocid@s, su amor era amor de verdad.

Como me llamo como él, sé que tengo unos zapatos enormes que llenar… pero sé que si sólo hago un poco de lo que él hizo en la vida, aún así sería grande mi contribución a un Puerto Rico mejor. Hay sólo que imaginar el gran legado de este gran yabucoeño. Sin lugar a dudas, no sería el hombre que soy hoy si no fuera por el paso de este extraordinario ser por mi vida. Así como por el maravilloso amor de mi Abuela.

Por eso, hoy – con estas humildes líneas… te digo Abuelo, gracias por permitirme llevar tu nombre y tratar de honrarlo luchando por un Puerto Rico para tod@s. A ustedes dos, Abuela y Abuelo, gracias por enseñarme con su amor, con sus vidas lo que se ha convertido en mi lema de vida… sólo si nos adentramos en los corazones de los demás, descubrimos que es mucho más lo que nos une que lo que nos diferencia.

Orgullo LGBT Latino/a…

En junio de este año, tuve mi primera entrevista en inglés para televisión… para la cadena nacional estadounidense ABC.

En la misma, David Puente del programa Exclusiva de ABC News me entrevistó acerca de la celebración del orgullo lésbico, gay, bisexual y transgénero (LGBT) en las comunidades latinas.

Pude hacer hincapié en las celebraciones de orgullo LGBT latinas que se dan en varias ciudades de los Estados Unidos, como Nueva York, Chicago y Boston. También pude mencionar las celebraciones de orgullo LGBT que se dan en Puerto Rico.

Comenté además sobre el inicio del movimiento actual de derechos de las comunidades LGBT en Estados Unidos, la rebelión de Stonewall en 1969.

Celebremos pues, nuestro orgullo como lesbianas, gay, bisexuales y transgéneros. Celebremos nuestro orgullo como latinas y latinos.

Amor contra toda adversidad…

Premio Nacional del Periodismo Puertorriqueño a la Mejor Entrevista del Año por la Asociación de Periodistas de Puerto Rico:

PREMIO A LA MEJOR ENTREVISTA, PRENSA ESCRITA

MARCOS PÈREZ – EL NUEVO DÍA
“AMOR CONTRA TODA ADVERSIDAD”
LAUDO: El reportero se destaca por su capacidad de transmitir la historia del sujeto entrevistado, en la que resalta los horrores de la homofobia y cómo, ante esa injusticia, brilla el amor inconmensurable de sus seres queridos. El periodista no sólo exhibe un excelente manejo de la redacción periodística con un fuerte estilo literario, sino que, para nutrir el relato, integra eficazmente otras entrevistas.

Amor contra toda adversidad

El apoyo pleno de su familia es la fortaleza principal de Pedro Julio Serrano, activista en pro de los derechos de los homosexuales

Por Marcos Pérez Ramírez
El Nuevo Día
domingo, 18 de junio de 2006

“¡Te vamos a limpiar el pico, canto de pato, canto de maricón!”, gritó uno de los cuatro individuos quienes apuntaban con armas largas de fuego a Pedro Julio Serrano desde una camioneta, luego de que él vadeara su auto a toda velocidad a través de un terreno baldío cercano a las parcelas Falú, una tarde de un jueves de octubre de 1999.

Colmado de miedo surgió el momento epifánico: el tiempo se detuvo y se activó su memoria, cual film autobiográfico de alta velocidad.

Volvió a ser el niño que devoraba los libros de la biblioteca de su abuelo y otrora periodista Pedro Julio Burgos; ahora era el adolescente curioso que conversaba con los pasajeros que esperaban por un autobús en una parada que ubicaba frente a su antiguo hogar de la calle Júpiter en Isla Verde; y regresó el calor solidario de su familia que lo acogió tras confirmarle su homosexualidad.

Mas la realidad era cruda, inmediata. Los potenciales asesinos seguían ahí. Aún era el blanco de las armas que acabarían con su vida.

Sin embargo, un rayo de valentía lo propulsó a actuar. Activó la reversa. Pisó fuerte el pedal del acelerador. Súbito, un ángel: un tercer auto tocando bocina a todo dar detuvo la marcha persecutoria de sus amenazadores.

Esa misma semana, la homofobia continuó acechándolo. Un día regresó a su apartamento en el edificio Los Almendros para toparse con un mensaje escrito en betún blanco en la puerta de su hogar: ‘Cuídate pato, te vamos a matar’.

Días más tarde, en el parabrisas de su auto otra nota le advertía: ‘Pato cuídate, esto es sólo el principio, te vamos a matar’ o ‘La furia de Dios va a acabar contigo, el fuego castigador de Cristo se encargará de ti’.

Ni siquiera el ciberespacio era refugio ante la inquina. Lo acosaban mensajes que lo igualaban a una estrella de la cultura pop, al tanto que lo afiliaban al diablo: ‘Pedro Julio Serrano y Ricky Martin son hijos del demonio’.

Los ataques fueron la reacción a un acto público que hizo historia en Puerto Rico. Pedro Julio Serrano convocó a la prensa en 1998 -tenía 23 años- para anunciar que era homosexual y que correría para un puesto a la Cámara de Representantes bajo la insignia del Partido Nuevo Progresista (PNP).

El apoyo partidista nunca llegó. Comenzaron las burlas personalistas, sumándose a más atentados contra su vida. En una ocasión unos desconocidos cortaron las mangas del líquido de freno del auto que manejaba, con la intención de matarlo y que todo luciera como un accidente.

“Políticos de todos los partidos, de todos, salieron a atacar a Pedro Julio en tono de burla. Entonces los cuestionamos ‘si ustedes tienen compañeros de Cámara y Senado y colegas de trabajo que son homosexuales, qué tiene que ver la orientación sexual de Pedro Julio con su aspiración’”, relata Héctor Mújica Trenche, el papá de Serrano -hoy consultor de relaciones públicas- y quien lo crió desde que tenía dos años junto a su esposa Alicia Burgos González.

Esa seguridad y aplomo con la que Mújica cuestionó a quienes se mofaban de su hijo da cuenta del modelo de crianza en el que el activista en pro de los derechos humanos creció junto a sus tres hermanos. “Mis hijos son muy extrovertidos. Son personas que respetan a los demás, pero que exigen respeto de otros porque así les enseñamos desde pequeños”, explica Burgos, quien labora como administradora de la Cámara de Representantes.

Un niño extraordinario

Pedro Julio Serrano nació en el hospital Damas, en Ponce. Es el segundo de dos hijos -siendo Waldemar Serrano Burgos el mayor- del matrimonio entre Alicia Burgos González y Waldemar Serrano Benítez, quien no tiene una relación paterna con el líder de la organización Puerto Rico Para Tod@s.

Cuando tenía dos años su madre conoció a Héctor Mújica -“ése es mi papá”, insiste Pedro Julio- con quien más tarde procreó dos hijos: Héctor Mújica Burgos, quien se desempeña como coordinador de mercadeo del periódico ‘Primera Hora’, y Antonio Gabriel Mújica Burgos, un joven de doce años de edad.

“Su mamá me indicó que la persona que estaría con ella tenía que compartir con sus hijos primero”, recuerda Héctor Mújica, padre.

Tan pronto se conocieron, Mújica admiró y comenzó a querer a aquel chico, quien -según Alicia Burgos- “hablaba en oraciones completas desde el año y medio y no se callaba”.

“Cuando Pedro Julio no tenía clases, su campamento de verano era conmigo”, recuerda sonriente el padre de Serrano para ejemplificar cómo la relación paterno-filial se consolidó a través del tiempo.

“En la casa que vivíamos en la calle Júpiter de Isla Verde, siempre Pedro Julio le ponía conversación a la gente que pasaba por la parada de guaguas que había frente a nuestro hogar. Desde pequeño leía los periódicos y los comentaba, sus conversaciones eran muy profundas”, recuerda Mújica con un semblante de evidente admiración hacia su hijo.

A lo que añade Burgos que “era un niño difícil de complacer. Otros se complacen con un carrito, un juego, pero a Pedro Julio lo convencían los juguetes desafiantes”.

Pedro Julio se educó en el Colegio La Piedad, en Isla Verde, donde se destacó como líder estudiantil, participando de los clubes de oratoria y periodismo, así como presidente de la clase graduanda de octavo grado y miembro del consejo de estudiantes.

Su liderato público despuntó temprano en la vida, cuando el estudiante Natalio Bayonet fue asesinado en 1987 y Pedro Julio organizó la marcha ‘Disfruta de la vida sin drogas’, que llegó hasta el Capitolio, llamando la atención de los medios y la sociedad hacia el terrible flagelo social.

Y aunque Serrano confiesa sin tapujos que “desde que tengo recuerdo me gustan los nenes”, no es hasta tarde en su adolescencia -“cuando tenía 19 años”- que comienza el proceso de reflexión y aceptación de sí mismo.

Para ejemplificar la ecuanimidad con la que su hermano ha manejado su devenir por la vida, Héctor Mújica Burgos explica que “cuando él sale a la luz pública yo tenía 11 años. Él se sentó y me explicó que era homosexual y que había que respetar a las personas sin importar su orientación sexual”.

Pedro Julio creció en un hogar donde “me enseñaron que nadie estaba sobre nadie. Que todos somos iguales, siempre y cuando nos tratemos con respeto”.

Cuando le pido que me relate una vivencia que ilustre la ética que rigió su crianza, recuerda cómo “en una marcha contra la guerra, me fui frente a una de las pancartas. Sentí un halón por la camiseta. Era Mami. Y me dijo ‘tú no eres más ni menos que nadie, así que camina con la gente’”.

Fuera del clóset

El proceso de maduración de Pedro Julio que comenzó en la adolescencia se fortaleció durante su corta carrera universitaria en el campo de las comunicaciones, en la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras.

A pesar de la seguridad en sí mismo que le inculcaron sus padres y el respaldo incondicional que le brindan, cuando Pedro Julio Serrano anunció públicamente su homosexualidad comenzó una etapa amarga para su familia.

“Cuando él se tiró públicamente a decir que era gay, yo le dije ‘no lo hagas’. Era muy joven, pensaba que no era el momento, no es que no quería que lo hiciera. Pero esa fue su decisión, su responsabilidad”, explica Alicia Burgos.

Por su parte, el padre de Pedro Julio recuerda “el morbo de la gente cuando él salió en público. … me llamaban y me preguntaban por él. Pero yo le ponía la bola en la cancha de ellos, ‘¿si vi el reportaje? Sí, sé que es homosexual, sí es activista y es un gran ser humano’”.

“No me digas que esto (la homosexualidad) comienza con la crianza. Es una realidad, ¿quién no tiene un familiar gay o lesbiana en su familia?”, se pregunta el relacionista público.

De otra parte, Alicia Burgos hace hincapié en que “no todo ha sido ‘peaches and cream’. Fue un proceso muy difícil, pero como él (Pedro Julio Serrano) ha dicho el amor es primero que nada. Y el respeto a las decisiones que nuestros hijos tomen es la base fundamental de esta familia. Una vez nuestros hijos toman su rumbo lo que hacemos es respaldarlos”.

Tal apoyo es la fortaleza principal del activista -quien laboró en diversas entidades públicas y privadas- en las que tuvo que capear el estigma degradante con el que la sociedad y sus instituciones tratan a los gays.

“Todas las instituciones políticas son homofóbicas. Aun teniendo muchos ayudantes, jefes de gabinete y empleados. Es una homofobia internalizada que no reconoce la diversidad”, opina sin tapujos quien es apodado ‘Pochy’ por sus familiares.

Su madre -quien opina e interviene libremente durante la entrevista- compara la experiencia de su hijo con la suya al opinar que “cuando me divorcié había un estigma contra las mujeres divorciadas, como ahora lo hay contra los gays, y todo ese desprecio viene de personas que no se respetan a sí mismos”.

Interviene Serrano para añadir que “aquéllos que atacan son homosexuales latentes… Atacan porque la gente no quiere que reconozcan en ellos lo que son”.

Entre San Juan y Nueva York

Luego de laborar en lugares como el departamento de Salud o Kaplan Educational Services, Pedro Julio vive y trabaja hace siete meses en Manhattan, Nueva York, donde se destaca como oficial de comunicaciones para Freedom to Marry, una organización que recluta a personas heterosexuales para que apoyen los derechos y las uniones de parejas del mismo sexo.

“Pedro Julio ha sido un agente de cambio para los derechos civiles. Los que quieren cambios siempre enfrentan dificultades, pero qué podemos hacer: apoyarlos”, señala su padre.

En cuanto al arduo camino que le ha tocado recorrer para ganarse el respeto de sus admiradores y adversarios, el activista apunta que al ser gay “tienes que demostrar el doble de lo que tú vales. Palabras como pato te deshumanizan, te convierten en un animal al que consideran gracioso. Así que para alcanzar tan sólo el ‘standard’, tienes que esforzarte”.

“Con mi experiencia -añade- me he sensibilizado hacia otras luchas. Mi lucha no es para los gays exclusivamente, sino porque Puerto Rico sea para todos. Para los negros, las mujeres, los pobres, los discapacitados, todos los discriminados que se quedaron a la orilla del camino”.

Acerca de su reciente conversión a ser adepto de la independencia para la Isla, luego de haber militado en las filas estadistas, subraya con aplomo que “hay dos opciones válidas y dignas para el status. Una es la estadidad, soberanía al interior de la unión estadounidense, y otra es la independencia. No creo que Estados Unidos sea la capital de las libertades. Si creo en la libertad individual, (también) tengo que creer en la libertad colectiva”.

Sus planes inmediatos son trabajar en contra de la discriminación por orientación sexual y de identidad de género en todas las esferas del país; y lograr una enmienda al artículo 68 del Código Civil para que lea que el matrimonio es una unión entre dos personas que consienten, en vez de ser una unión entre hombre y mujer.

Finalmente, y muy cómodo con todo lo que le ha deparado la vida, sigue en pie de lucha sosteniendo que “(al igual que) Carmen Villanueva (líder comunitaria de las parcelas Hill Brothers) siempre nos reafirmamos en nuestra identidad, porque ahí reside nuestra dignidad. Ella, donde se pare, dice que es negra, parcelera y a mucha honra. Yo siempre me reafirmo en que soy gay, puertorriqueño, con mucho orgullo”.

Papi…

Es la una de la mañana, acabo de leer y enviar por la lista de PRparaTODOS el artículo del gran periodista Marcos Pérez Ramírez de El Nuevo Día, Amor contra toda adversidad, que detalla la historia de amor de mi familia.

El camino a la aceptación, como acota Mami, no ha sido fácil… pero siempre ha trascendido una sola cosa… el amor.

Y el amor de Madre siempre está ahí…

Pero muy pocas veces hablamos de el amor de Padre. Y yo tengo un Papá como ningún otro.

Desde que comenzó a criarme, cuando yo tenía dos años de edad, me demostró que me amaría sin condiciones, que me amaría como su hijo. Aún sin ser el responsable biológico de mi existencia, se convirtió en el responsable consciente y por elección de mi existencia.

Me arrullaba en la cuna con la nana ‘Duerme negrito’ de Atahualpa Yupanqui. Todavía cuando la canta, me transporto a esos años de infancia y recuerdo el amor en su voz.

Fue el ‘coach’ de mis equipos de pelota y respetó, así mismo, cuando decidí no continuar jugando. Fue el que me enseñó a ser el hombre que soy, no el machito que irresponsablemente muchos padres y madres crian, sino a ser un hombre ecuánime, respetuoso, educado, responsable, sensible.

Y de grande, cuando ya mi orientación sexual era una realidad familiar, me apoyó en su callada dignidad. No me dijo palabras… ese primer día que sentí su aceptación, fue el día en que tuve una controversia con el Contralor de Puerto Rico y le pedí a los miembros de la lista de PRparaTODOS que me apoyaran con querellas similares por falta a la ética en contra del Contralor, Manuel Díaz Saldaña.

Llegué a la casa de mis padres, y como es su estilo característico, no me dijo nada, sólo me entrego unos papeles. Empecé a leerlos y era una querella similar a la mia en solidaridad con mi causa… pero iba acompañada de una Carta Abierta a los medios de comunicación, que luego fue publicada en El Nuevo Día, diciéndome que me apoyaba y me amaba y llamando a capítulo al Contralor.

Las lágrimas inundaron mi rostro, como está sucediendo ahora mismo, y supe que Papá no es el que engendra, sino el que cria.

Y me crió bien, y me ama. Y por eso, Papi – te doy las gracias por ser Padre por encima de todo, por ser mi Papá.

Te amo.

El abrazo…


Uno de los momentos más comentados de esta décimosexta Parada de Orgullo lésbico, gay, bisexual y transgénero (LGBT) fue cuando me le acerqué a Carlos Sánchez, el presidente de Pro-Vida y le di un abrazo.

Espontáneamente, decidí que era el momento de demostrar lo que siempre he practicado: que el amor todo lo puede.

Me le acerqué y le dije que le daba un abrazo para que él entendiera que nuestras comunidades LGBT marchamos todos los años luchando por nuestra liberación, pero también defendiendo su libertad de expresarse en contra de nuestra lucha. Además, le dije que le tenía compasión y que el hecho de que él estuviera solo demostraba que Puerto Rico no cree en su mensaje de odio e intolerancia, sino que respeta la diversidad.

Me contestó que él me aconsejaba como Jesús, que me fuera y no pecara más. Y por último, le dije que el que está pecando es él, pues toma el nombre de Dios en vano. Y me reiteré en mi llamado a la paz y le desee muchas bendiciones.

Para entender la trascendencia de este abrazo, hay que recordar que este individuo ha atacado inmisericordemente a nuestras comunidades LGBT, a mi familia y a mi. Sin embargo, entendí pertinente demostrarle que no sentimos rencor, sino compasión por lo dolorosa que es su existencia.

Y sobre todo, quise transmitir el mensaje de que cuando nosotr@s luchamos por nuestra liberación, también luchamos por su libertad, por su derecho a expresarse en contra de nosotr@s.

Pero sobre todo, quise demostrar la humanidad de nuestras comunidades LGBT… que ante tanto atropello, burla, ataque y falta de derechos, seguimos luchando contra toda adversidad, seguimos viviendo y correspondemos el odio con amor.

Dicen que los abrazos son terapeúticos… espero que ese abrazo genuino y amoroso, haya logrado estremecer un rinconcito del corazón de uno de nuestros más acérrimos enemigos y que él, y los pocos que piensan como él, puedan entender, de una vez y para siempre, que Puerto Rico tiene que ser para tod@s.

Una escapadita para recargar energías


Hoy regreso a la patria para darme una escapadita y recargar energías…

Estos 7 meses en el exilio han sido intensos, sumamente productivos, pero intensos por demás. Y necesito un descanso. Todos los viajes que he dado desde que me mudé a la gran Manzana han sido de trabajo. Este es el primer viaje que doy sin mucho trabajo, aunque estaré participando de una entrevista con Rubén Sánchez y de la Parada de Orgullo LGBT en San Juan.

Pero cojeré estos días para relajarme, disfrutar del sol borincano, compartir con mi gente amada, caminar por las calles de mi Isla y recapturar la energía de mi pueblo.

Han sido meses muy intensos: se han recrudecido los ataques de personajes mezquinos, internos y externos; he trabajado intensamente en mi trabajo oficial y en mi labor como activista de derechos humanos; también he colaborado con esfuerzos en las comunidades LGBT como la formación de dos nuevas organizaciones nacionales de la comunidad Latina en los Estados Unidos; he continuado presidiendo Puerto Rico Para Tod@s; he lidereado los esfuerzos en favor del proyecto de ley para prohibir la discriminación por orientación sexual, género e identidad de género en todas las esferas públicas y privadas del país; he tenido que empezar a tomar medicamentos para cortarle el camino a un insignificante y molestoso virus; he decidido hacer un cambio en mi carrera; y he empezado a escribir un libro titulado ‘Ni más ni menos que nadie’.

No ha sido cáscara de coco, pero estoy vivo, optimista y esperanzado. Si algo he internalizado en los últimos meses es que la vida se vive una sola vez, que debemos aprovechar cada segundo al máximo, pero dejando espacio para vivir.

Vivir confiado en que soy el cambio que quiero ver en el mundo. Nada ni nadie me detendrá en mi paso por la vida… hoy sólo me siento contento de regresar a la patria para respirar el aire borincano, confundirme en el amor de mi gente y vivir…