Por Keila López Alicea y Gerardo E. Alvarado León
El Nuevo Día
Los estudiantes ahora pueden utilizar la vestimenta con la que más cómodos se sientan, según su identidad de género.
La carta circular 16-2015-2016 dispone que no se impondrán medidas disciplinarias a estudiantes que no usen el uniforme escolar por razones de orientación sexual e identidad de género, entre otras.
Una nueva carta circular emitida por el Departamento de Educación (DE) para regir el uso de los uniformes en las escuelas del sistema público de enseñanza permite a los alumnos usar la vestimenta -falda o pantalón que prefieran sin importar su género, una directriz que ayer fue objeto de debate entre ciertos sectores.
Una nueva carta circular emitida por el Departamento de Educación (DE) para regir el uso de los uniformes en las escuelas del sistema público de enseñanza permite a los alumnos usar la vestimenta -falda o pantalón que prefieran sin importar su género, una directriz que ayer fue objeto de debate entre ciertos sectores.
Firmada el pasado 9 de septiembre por el secretario del DE, Rafael Román, la carta circular 16-2015-2016 busca atemperar la política pública a la realidad que se vive en los escuelas, donde “por años” se han realizado consultas sobre el uso de uniformes según la identidad de género de los menores, según dijo el propio funcionario, y añadió que el documento garantiza que los alumnos puedan usar la vestimenta con que sientan cómodos sin ser sancionados.
“No es nada nuevo, es atemperar la política del uniforme a la ley de hoy día de no discrimen, a la política de equidad de género y, sobre todo, a la realidad social y legal que vive el País hoy día”, indicó Román, al destacar que la carta “no le dice a los estudiantes que se pueden vestir como quieran”, sino que establece una estructura legal para que los administradores escolares estén claros sobre cómo atender situaciones en que alumnos y sus padres opten por usar uniformes que estén, por consideraciones sociales y de reglamentos, atadas a un género en particular.
Este año, el DE emitió una carta circular que dispone el establecimiento de un currículo de equidad de género en todas las escuelas, mientras que el gobernador Alejandro García Padilla firmó en mayo una orden ejecutiva que obliga a la agencia tomar las medidas necesarias para proteger a los estudiantes de la comunidad lésbica, gay, bisexual, transexual y transgénero (Lgbtt) del acoso y discrimen.
Las escuelas tienen la potestad de determinar cuál será el uniforme que usarán sus estudiantes. Históricamente, han establecido que las niñas usan uniformes-falda o pantalónconfeccionados con te las a cuadros o en colores sólidos, mientras que los niños visten pantalón largo en colores sólidos. No obstante, en los últimos años ha habido planteles que han reglamentado cambios para que todos los alumnos usen uniformes similares, mayormente pantalón largo.
A grandes rasgos, la carta circular 16-2015-2016 establece los procesos que deben seguirse en las escuelas para poder cambiar los uniformes que usan los alumnos, entre ellos que el cambio debe aprobarse en una asamblea de padres al menos 12 meses antes que entre vigor. Asimismo, dispone que los planteles no pueden promover marcas específicas ni ordenar a los padres que compren los uniformes en un comercio particular.
A FAVOR Y EN CONTRA.
De inmediato, líderes de la comunidad Lgbtt y defensores de los derechos humanos celebraron la firma de la carta circular 16-2015-2016, pues, a su juicio, reafirma que no se puede discriminar contra ninguna persona.
“Más allá de orientación sexual o identidad de género, lo más importante es el desarrollo de las personas como seres humanos productivos. Esta carta combate los estereotipos que se han perpetuado por años sobre cómo se debe ser por el hecho de que biológicamente se sea hombre o mujer”, sostuvo Ada Conde.
Pedro Julio Serrano, por su parte, dijo que la carta permite que los alumnos sean quienes ellos quieran ser, afianzando su confianza y respeto. “Los estudiantes estarán en un ambiente donde se reconoce y celebra su identidad, y eso los ayuda en su salud emocional, bienestar y futuro”, acotó.
Las líderes magisteriales Aida Díaz, presidenta de la Asociación de Maestros, y Eva Ayala, portavoz de Educamos, favorecieron -en principio- la carta circular, pero criticaron que su contenido no se haya discutido previamente con la comunidad escolar. Ambas advirtieron que la “falta de orientación y educación” podría redundar en que más alumnos sean objeto de acoso (“bullying”).
En esa línea, la psicóloga clínica y escolar María del Carmen Santos instó al DE a “activar de inmediato” a su personal de apoyo para capacitar a la comunidad escolar sobre las dis- posiciones de la carta.
“Estoy a favor de la carta, pero también de que haya un proceso de orientación porque se trata de un movimiento controversial y sensitivo. La implementación debe ser planificada y estructurada”, dijo.
En tanto, el pastor y portavoz de Puerto Rico por la Familia, César Vázquez, rechazó la carta, entre otras razones “porque no se consultó con los padres”. Según dijo, la carta tiene “problemas” legales, morales y sociales, aparte de que “le impone” a los menores una visión de la sexualidad que aún es motivo de controversia entre adultos y “les crea confusión”.
Román le restó importancia a las críticas y afirmó que el DE está creando ambientes menos discriminatorios. “Esto es una decisión que toman los estudiantes junto con sus padres; los padres son los que compran los uniformes”.