Defienden libertad de expresión pero denuncian retórica de odio de fundamentalistas…

El activista de derechos humanos Pedro Julio Serrano defendió la libertad de expresión de los grupos fundamentalistas, pero reiteró su denuncia a la retórica de odio que utilizan en contra de las comunidades lésbica, gay, bisexual y transgénero (LGBT). Tras el anuncio de la Alianza de Juristas Cristianos de la radicación de una querella en la Comisión de Derechos Civiles aduciendo una supuesta «campaña orquestada contra líderes cristianos que han criticado a las comunidades LGBT que hablan hasta de muerte».

«Mentir es pecado. Y aducir que miembros de las comunidades lésbica, gay, bisexual y transgénero supuestamente hemos hablado de muerte es mentir falsa y descaradamente. Siempre hemos debatido en el plano público y privado con el mayor de los respetos, aún cuando no ha sido así por parte de los grupos fundamentalistas. Hemos defendido y defenderemos el derecho a la libre expresión, pero reiteramos la denuncia en contra de la retórica de odio en contra de la orientación sexual e identidad de género de muchos buenos puertorriqueños», señaló Serrano.

El portavoz de Puerto Rico Para Tod@s indicó que sería el primero en defender a los grupos fundamentalistas ante cualquier ataque en contra de su dignidad o su integridad. «Me pondré delante de cualquiera que atente en contra de la seguridad o el bienestar de cualquier ser humano, incluyendo para proteger a los líderes fundamentalistas que atentan a diario en contra de las comunidades LGBT. La libertad es uno de los valores más fundamentales en nuestra democracia y la defenderé inequívocamente. Pero que quede claro: el pecado no es la homosexualidad, el pecado es la homofobia. Hago un llamado a estos líderes fundamentalistas a manifestar su fe privadamente sin interferir en los asuntos del Estado. Más aún, les invito a defender la igualdad de derechos para las personas LGBT a la vez que defendemos juntos la libertad de culto. Es mi llamado a la paz y a la inclusión de todos los sectores por el bien del País», concluyó Serrano.

Recalibrando, reflexionando, restaurando…

El 13 de noviembre el País sufrió uno de los asesinatos más viles y despiadados en su historia, el crimen de odio en contra de Jorge Steven López Mercado. Tanto así que el pueblo se ha estremecido como nunca ante la muestra más cruda y cruel de la homofobia que nos aqueja. Much@s han tenido que ver de frente la bárbara realidad que no querían admitir: que el prejuicio y el discrimen contra las comunidades lésbica, gay, bisexual y transgénero (LGBT) es real, inmoral e inhumano.

El País en este momento se está recalibrando, empezando a quitarse las gríngolas que convenientemente tenía puestas para no ver el discrimen por orientacion sexual e identidad de género tan descarado que existe. Ya no hay excusas, ni argumentos que sirvan para negar lo innegable: la homofobia es un mal social que tenemos que combatir. Esa es la nueva consigna de muchas personas que en el pasado no veían esta lucha como una prioritaria.

Much@s estamos reflexionando sobre el País que queremos y debemos ser. Un País que acoge a tod@s sus hij@s, sin importar la orientación sexual ni la identidad de género. Lo he visto en los ojos de la gente, lo he sentido en las palmadas y los abrazos, lo he escuchado de las bocas de cientos de personas. La solidaridad que ha nacido es señal de que las cosas no serán iguales.

Mientras esto sucede, el País se está restaurando, pues se está reconciliando con l@s puertorriqueñ@s lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros. Hay un perdón que nació de los padres de Jorge Steven hacia el asesino, con el que se restaura la fe en la humanidad. Hay una reconciliación de personas heterosexuales que eran apáticas u hostiles a la lucha por la igualdad de derechos para las comunidades LGBT. Hay un despertar de conciencia de que no podemos volver a ser lo que eramos, que ya la homofobia no puede campear por su respeto.

Este proceso es claro y poderoso: del dolor surge la esperanza, de la esperanza surge el amor y del amor surge todo. Este amor sanará los corazones de l@s puertorriqueñ@s, tenderá puentes de reconciliación y finalmente nos hará entender que Puerto Rico tiene que ser para tod@s. Esa es mi esperanza, esa es nuestra esperanza…