El Partido Popular Democrático (PPD) no puede ceder a la presión del sector fundamentalista religioso para promover la mal llamada “libertad religiosa”, comprometiéndose a aprobarles fondos públicos que le permitan discriminar contra la comunidad lésbica, gay, bisexual, transgénero y transexual (LGBTT) y otras religiones.
Así lo advirtieron, hoy, los activistas de derechos humanos Ada Conde y Pedro Julio Serrano, tras recibir un documento que fue enviado por el sector fundamentalista al PPD para obligarlos a pactar un acuerdo de discrimen en contra de la comunidad LGBTT.
«La plataforma de gobierno del PPD ya fue aprobada, en una asamblea. En dicho documento no existe acuerdo alguno con el sector fundamentalista para atentar contra los derechos de la comunidad LGBTT. Si en las próximas semanas se produjera algún acuerdo con los fundamentalistas para legalizar el discrimen en contra de la gente LGBTT, David Bernier y el PPD estarían cometiendo un acto de traición a la comunidad LGBTT y al pueblo de Puerto Rico», aseveró Pedro Julio Serrano, portavoz de Puerto Rico Para Tod@s.
«A pesar que el presidente del PPD, David Bernier, ha dado – más de una vez – la orden para que se coordine una reunión con la comunidad LGBTT y con la organización Populares LGBTT, nunca sus directivos de campaña le han hecho caso al presidente y por el contrario uno de ellos se atrevió a decir que ‘se le dará la reunión cuando demuestren pueden traer dinero y votos a la campaña'», indicó la licenciada Ada Conde, presidenta de la Fundación de Derechos Humanos.
«Ya el Partido Nuevo Progresista (PNP) firmó un acuerdo con el sector fundamentalista para permitirle discriminar en contra de la comunidad LGBTT, a través de una ley en defensa de la mal llamada ‘libertad religiosa’. Si el Partido Popular Democrático engaña a la comunidad LGBTT, firmando este acuerdo, estaría haciendo lo mismo que el PNP y aún peor. El documento, en cuestión, inclusive habla del uso de fondos públicos para subvencionar a los grupos fundamentalistas. Si se aprobara ese acuerdo, sería una violación a la constitucional separación de iglesia y estado», puntualizó Serrano.
La licenciada Conde fue más lejos al indicar que «peor aún: en ese borrador, enviado por los fundamentalistas, se pretende que en las escuelas religiosas, el gobierno no proteja a los niños y niñas para permitir la ‘libertad religiosa de valores y creencias religiosas’. Eso significa que, si un menor es víctima de bullying por ser LGBTT, lo pueden expulsar por estar contrario a la mal llamada ‘libertad religiosa'».
Los activistas advirtieron del impacto económico que tiene el aprobar una ley de esta índole, sobre todo en tiempos de crisis. En Carolina del Norte, Tenesí y Misisipí, estados donde ya se aprobaron leyes similares, recibieron el impacto de un boicot de amplios sectores. El turismo, el comercio local, las contribuciones y hasta las ventas al detal recibieron un golpe al legalizar el discrimen en contra de la comunidad LGBTT.
«Le hacemos un llamado urgente a David Bernier, como presidente y candidato a gobernador del PPD, y a su nuevo director de campaña, Ferdinand Mercado, a que ponga un alto al intento de discriminar contra la comunidad LGBTT. Además, que nieguen – inmediatamente – que llegarán a acuerdo alguno con los fundamentalistas para atentar contra los derechos de la gente LGBTT. De lo contrario, el récord favorable del PPD con la comunidad LGBTT se iría por la borda – y se pondría en el lado incorrecto de la historia como lo ha hecho ya el PNP”, concluyeron Conde y Serrano.