Algun@s me aconsejaron que no lo hiciera, otr@s me dijeron que si… y yo lo quiero hacer.
Alguna gente piensa que las figuras públicas tenemos que aguantar TODO lo que se nos tira en contra, pues «quién nos manda a meternos en la caldera pública».
PERO se les olvida que también somos SERES HUMANOS – seres humanos que sentimos, que padecemos, que lloramos, que reímos, que luchamos, que nos caemos, que nos levantamos, que tenemos el cuero duro, pero que también nos duele la injusticia.
Son muchas las amenazas y los atentandos contra mi vida, son muchos los insultos, los ataques, las burlas, pero sigo DE PIE.
Algun@s me tildan de «histérica, llorona, showcera», etc. Pero tod@s sabemos que quienes se expresan así es porque tienen miedo de que se les caiga el kiosco del odio y la intolerancia, del bullying y la infamia.
Otr@s me critican por escribir en primera persona y saben qué, esto no es yoísmo, esto es poner en práctica la máxima del feminismo: «lo personal es político». Por eso no hablo en tercera persona, ni digo que represento a nadie, me represento yo y a mi lucha.
He sido, soy y seguiré siendo transparente, vulnerable, sensible, sincero y directo.
He sacrificado mucho, como hemos hecho much@s activistas – anónimos y visibles – por la lucha en que creemos. Y lo seguiré haciendo.
De paso, invito a quien quiera a que pase un día – un día nada más – en nuestros zapatos. Su percepción cambiará de inmediato.
En fin, pido – con todo mi corazón y con toda la humildad del universo – que no nos juzguen sin conocernos, pues lo que ven en los medios no es la totalidad de quienes somos.
Además, que tenemos familiares que no son responsables de que seamos figuras públicas y no merecen ataques por estar vinculad@s a nosotr@s.
Y sobre todo, que recuerden que las figuras públicas somos seres humanos y merecemos el trato que usted le daría a su herman@… ♥