«Primero te ignoran, después se ríen de ti, luego te atacan, entonces ganas», decía Gandhi.
Por muchos años, en cuanto a los crímenes de odio, a la comunidad LGBTT la ignoraron, se reían de nosotr@s, decían que «todos los crímenes son de odio», nos atacaron por «heterofóbicos», por «querer trato preferencial» y por «histéricos».
Pero ayer, se hizo historia. Por fin se sometió un caso por asesinato con el agravante de crimen de odio.
Fueron muchos años de lucha, de educación, de asesinatos, de golpizas, de víctimas, de dolor, de miedo, de frustración.
Pero ya se ve una esperanza, de que al fin se reconoce que un crimen motivado por prejuicio se tiene que procesar como crimen de odio, ya que el gobierno prohíbe el discrimen y ésta es la peor forma de discrimen – la violencia.
Agradezco a Ada Conde, quien fue la gestora de esa ley y al representante Charlie Hernández quien fue el autor de la medida que fue convertida en ley por la exgobernadora Sila Calderón. También agradezco a Ramón Santana y Evelier Rivera, a quienes hace unos años, su vecino los atacó y acechó, convirtiéndose en el primer caso de crimen de odio.
Ayer se dió un paso histórico en esta lucha. Y por supuesto, seguimos firmes en nuestra gesta por lograr la igualdad que las personas LGBTT merecemos, pero sobre todo para lograr la justicia y equidad; para lograr un Puerto Rico, un Mundo para tod@s… ♥