Soy intolerante… a la intolerancia.
No hay nada que combata más que la intolerancia – esa incapacidad de entender que tod@s somos seres diversos, con identidades múltiples y con una dignidad que es inviolable.
En las últimas semanas, quienes perfeccionaron el arte de intolerar – los fundamentalistas – han venido con el cuento de que quienes abogamos por la igualdad LGBTT somos intolerantes.
Sin embargo, como expresé al principio, a lo único que somos intolerantes es precisamente a la intolerancia.
Que nuestro pueblo no se deje confundir por aquell@s – los fundamentalistas – que vienen con cantos de sirena. Son quienes han promovido el odio, el discrimen, la marginación… contra las mujeres, contra los negros, contra los inmigrantes, contra todo aquello que no sea el hombre heterosexual, macharrán, dueño y señor del mundo.
Han usado las mismas patrañas, los mismos versículos de la Biblia, las tergiversaciones y engaños para justificar sus prejuicios, su odio e intolerancia.
Sigamos luchando para que este pueblo nuestro desenmascare a los verdaderos mercaderes de la división, la intolerancia y la desigualdad.
Que vivan con sus creencias, pero no quieran imponerlas al resto de la sociedad, pues al fin de cuentas, no les imponemos las nuestras a ellos.
Lo que exigimos es igualdad, justicia, equidad, libertad, paz… para tod@s. ♥