“Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema”, decía Churchill. Esa fue la cita que el director de Notiuno y columnista de El Vocero, Alex Delgado – a quien considero un amigo – usó para escribir acerca del tema del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Aclaro, de entrada, que los derechos humanos no son fanatismos. Son derechos básicos, civiles e inalienables que le pertenecen a todos los seres humanos – sin excepción. Ah, y tampoco se someten al voto, ni al deseo de la mayoría. Se protegen los derechos de tod@s – sea una sola persona o 4 millones de personas. De hecho, el derecho a la libertad de poder amar – ese sentimiento – es lo que requiere un verdadero «cuidado, tacto y respeto».
Sin embargo, los fundamentalistas tienen perfecto derecho de expresarse, vivir de acuerdo a sus creencias y hasta predicarlas, pero también tienen que cumplir con la constitucional separación de Iglesia y Estado. NO pueden imponer sus creencias, ni tratar de que el Estado incumpla con su función de instrumentar la igualdad para tod@s. Y eso, querido amigo Alex, es fanatismo: no quieren cambiar de opinión, ni quieren hablar de más nada, pues no los oigo hablar de la pedofilia, de los escándalos sexuales en las iglesias, de la violencia doméstica, de la desigualdad, etc.
Aquí los derechos humanos no se «gritan», ni se tratan de «atosigar», ni se quieren imponer a la «trágala» como aduce mi amigo Alex. Pero eso sí, los derechos humanos sí se TIENEN que reconocer. Aquí se exigen que esos derechos que se les niegan – en este momento a las personas LGBTT y en el pasado a otras minorías – se les otorguen a tod@s. Esa es la maravilla de la democracia: se tienen que proteger los derechos de tod@s, incluyendo a las minorías del posible abuso de la mayoría.
Esa exigencia es válida, y es más, es necesaria si realmente queremos vivir en una sociedad «democrática». Deberían unirse los conservadores y liberales a exigir ese respeto a la igualdad de derechos para tod@s, pues hoy son los derechos LGBTT que están amenazados, mañana pueden ser otros – como vimos con la fianza.
Mientras, en un marcado contraste, la comunidad LGBTT ha dicho presente en otras luchas – o sea, hemos hablado y actuado sobre otros temas – como la fianza, la lucha estudiantil, sacar la Marina de Vieques, los derechos de las mujeres, l@s negr@s, y las comunidades especiales y dominicana, entre muchos otros. Y para decir más, hemos cambiado de opinión, pues antes por el dolor de la opresión a la que hemos sido sujetos, al menos yo no consideraba reunirme con fundamentalistas y ahora sí estoy dispuesto. Esto, querido amigo Alex, no es fanatismo. Es civismo y humanismo.
Por otro lado, el traer por los pelos la situación con Cristina Hayworth para intentar dar un golpe bajo a la comunidad LGBTT, lo que hace es dejar ver la costura de mi amigo Alex. Se ha explicado – a la saciedad – que la comunidad LGBTT se ha solidarizado y ayudado a Cristina por mucho tiempo y lo seguirá haciendo, sin publicidad; pero quieren glorificar un solitario «acto de bondad» muy bien orquestado y publicado de Raschke, un fundamentalista que ha dedicado su vida a crear un clima de odio e intolerancia que no permite que Cristina y otros envejecientes LGBTT tengan mejores oportunidades.
En fin, amigo Alex, no tienes contestación de si apoyas la igualdad matrimonial para parejas del mismo sexo, pero yo si apoyo tu libertad de expresar todo lo que dices y por supuesto, contestarte con este escrito. Lo que sí te puedo asegurar es que mi libertad de casarme y amar a Steven – el hombre de mi vida – muy pronto será tan protegida como tu libertad de expresión. De eso no me cabe duda… la igualdad es un hecho inevitable.
Excelente Columna Pedro. Muy de acuerdo contigo. El fanatismo ciega,ensorcede,y enajena la razon de la realidad. A pesar de que en nuestra patria el fanatismo religioso sigue siendo una fuerza negativa alborotera, (Si, porque eso es lo que hace alboroto) No cabe duda que el movimiento por los derechos de igualdad de la comunidad LGBTT en PR ha dado un gran salto desde «The underground» a la luz publica. Yo diria que es un avance años Luz! Mis felicitaciones y bendiciones a todos los lideres que de una forma u otra luchan y trabajan por un PR mejor y para TOD@S. Adelante!