Recién comienza la campaña política de camino a las elecciones del 2012 y la homofobia ya muestra su horrible cara. Sólo hay que dar una mirada a las redes sociales para ver cómo militantes del Partido Nuevo Progresista (PNP) y del Partido Popular Democrático (PPD) usan fotos, mensajes y vídeos homofóbicos para atacar al contrincante.
Esto no debe sorprender, pues ha sido el modus operandi de montones de campañas pasadas. Y menos debe de sorprender pues algunos candidatos son los primeros en utilizar la homofobia en sus discursos y campañas.
Me pregunto: será que no tienen ideas, ni argumentos. Porque si las tienen, no hay que recurrir al ataque mezquino, inhumano e inmoral de cuestionar la sexualidad del contrincante. Me pregunto además: acaso es malo ser lesbiana, gay, bisexual, transgénero y transexual (LGBTT). Pues por qué esos que utilizan la homofobia no se lo explican a los militantes LGBTT de su partido y el por qué la utilizan como ataque. Me pregunto, por último: no será que, como dice mi amiga y activista Ada Conde, «aquel que critica una pasión, una virtud o un defecto es porque lo lleva muy adentro». Muchas veces pienso que sí.
Es hora de que le pidamos a los partidos políticos, a sus candidatos y a sus militantes que presenten sus propuestas, que salgan a convencer al pueblo con sus ideas y sobre todo, que lleven una campaña a la altura de nuestro pueblo. Pero más importante aún, es hora de que echen a un lado los malditos prejuicios, esteriotipos y discrímenes como instrumento de campaña. No le hacen bien ni a las personas LGBTT, ni a ellos, ni a Puerto Rico, pues parafraseando a Mijail Bakunin, uno es libre en la medida en que reconoce la humanidad y respeta la libertad de todos los que lo rodean.
Impresionante los videos e interesante y educador el articulo !! que pena que los que se visten de cordero sean los responsables de tanta oprecion y violencia entre otros problemas sociales !!
Estos hechos ocurren y se permiten porque la ausencia general de ideas entre los electores conduce a moverse por miedos y sentimientos atávicos, primarios, propios de épocas que considerábamos desterradas pero que resurgen con terrorífico poder.
http://pocoquedecir.wordpress.com/2011/07/17/la-res-no-es-television-publica/
Ante su falta de ideas y argumentos muchos políticos usan divertimientos-a-la-comay (por no decir de cultura popular) para explotar miedos y prejuicios. Seguirán creyendo que un pueblo ignorante es un pueblo dominado hasta que el pueblo se percate que la ignorancia es producto del dominante.