Anoche pude comprobar que hay esperanza, pues la vi en los ojos, el corazón y la historia de Alejandro, un joven puertorriqueño de 13 años abiertamente gay, que fue mi invitado de honor en la premiación anual de la comunidad LGBT de Queens.Y es que el Queens Lesbian and Gay Pride Committee me honró con su premio por mi activismo en favor de las comunidades lésbica, gay, bisexual y transgénero (LGBT) y yo en cambio, le dediqué mi premio a Alejandro por ya estar abriendo caminos de justicia, amor e igualdad en su entorno escolar.
Alejandro, es un líder en su escuela que fundó un grupo de apoyo para los jóvenes que son rechazad@s o marginad@s por su orientación sexual, su identidad de género, su clase social, su apariencia física, su origen étnico, en fin, por ser diferentes. Y su mamá, Lilliam, muy orgullosa me escribió hace algunos meses para agradecerme por ser un modelo para su hijo. Hace un tiempo incluí este relato en las historias que me inspiran a seguir adelante y anoche tuve la oportunidad de agradecerle personalmente a Alejandro, a su mamá Lilliam y a su papá Cristóbal, por demostrar que el amor todo lo puede, que la aceptación debe ser la norma en cada familia y que hay esperanzas.
Fue una noche muy especial y Alejandro – como debe ser – fue el rey de la noche. L@s presentes se acercaron para agradecerle, para estimularlo y para felicitarlo por ser tan valiente, por dar tanto desde tan joven y por representar los mejores valores de nuestra sociedad. Le estaremos echando el ojo a Alejandro, pues promete ser un líder para la historia, pues desde ya está haciendo la diferencia. Gracias, Alejandro… voy a ti.
Puedes ver las fotos de la premiación aquí.
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