Ahora que acabo de pasar mi más reciente susto con una agresiva pulmonía que amenazó con llevarme al hospital, reflexioné sobre mi tren de vida y sobre el descanso que necesito para continuar. Hace unos meses, al batallar contra el cáncer, escribí sobre una pausa en el camino – la cual no seguí al pie de la letra. En esta ocasión, confío en cumplir con este descanso que me obligo a hacer.
Agradezco todas las muestras de amor durante lo que ha sido mi lucha personal y la colectiva. Agradezco también las críticas, pues me ayudan a mejorarme y mejorar nuestra lucha. Nunca, repito nunca dejaré de luchar por un Puerto Rico Para Tod@s.
Pero para poder servir, con la mejor calidad, con mi mayor energía y mi mejor talento, tengo que hacer esta pausa – que no sé cuánto dure, pero es más que necesaria.
Pausar para recargar energías, para recapitular logros y tropiezos, para llenarme de salud y vitalidad, para mirar la lucha desde una nueva y mejorada perspectiva, para concentrar mis esfuerzos en ponerme en excelentes condiciones para luchar, luchar y luchar.
Eso no significa que la lucha se abandona, todo lo contrario. Lo único es que lo haré a un paso más calmado, más relajado y claramente, cumpliré con las obligaciones ya contraídas con antelación. Igualmente, me siento esperanzado pues los nuevos miembros de la Junta Coordinadora de Puerto Rico Para Tod@s tendrán un rol más protagónico en la lucha por la igualdad y la justicia para las comunidades lésbica, gay, bisexual y transgénero (LGBT). Así que pendientes…
Cuenten conmigo como hasta ahora, seguiré aquí… no me voy. Creánme, para mi es imposible abandonar este sendero por la justicia, la libertad y la igualdad.
Como siempre, me l@s llevo en el corazón, confío en que ustedes me lleven en los suyos.
¡Venceré! ¡Venceremos!