Puerto Rico pierde hoy a uno de los grandes, al alcalde de alcaldes, a un visionario, a un patriota. Su entereza, verticalidad, dignidad, sensibilidad y amor por Puerto Rico fueron su norte. Nos abrió las puertas a todos, incluyendo a las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros, así como a las personas que vivimos con vih. Como alguien que batalla contra el cáncer, como él gallardamente luchó, me siento inspirado por su espíritu guerrero y por su lucha digna. A la familia y allegados y al pueblo de Caguas, mi más sentido pésame. Les envío mi amor, solidaridad y fortaleza. Que descanse en paz, don Willie…