Por Maricarmen Rivera Sánchez
EL VOCERO | sábado 8 de mayo
Más de una vez, Alicia Burgos ha tenido deseos de llamar a programas de televisión, a programas de radio, a donde sea, para defender a su hijo, el activista de derechos humanos Pedro Julio Serrano.
Uno de los momentos más duros fue cuando desde el programa SuperXclusivo lo atacaron y lo insultaron. Los incidentes provocaron que Serrano comenzara una campaña en la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, en inglés) y que, luego de varias querellas, el operador de ‘La Comay’ -Antulio Santarrosa- tuviera que disculparse públicamente por los comentarios que hizo contra la comunidad homosexual y los pacientes de VIH-SIDA.
«Nosotros vamos a aguantar como familia y Pedro Julio tiene todo el apoyo de su familia, de la familia de mi esposo, de sus amigos y siempre vamos a estar con él», aseguró Burgos. «Cuando él no pueda defenderse, yo estoy segura que sus hermanos lo van a defender y si yo estoy viva, yo lo voy a defender».
Desde hace más de una década, Serrano, de 35 años, lleva una campaña por los derechos humanos y la igualdad para los homosexuales. Su primer esfuerzo público fue en 1998, cuando anunció su candidatura a la Cámara. Años más tarde, luego de crear su fundación Puerto Rico para Tod@s, protagonizó otro momento controversial al besar a su novio en medio de unas vistas públicas en el Capitolio.
Burgos relató que Serrano le reveló su orientación sexual cuando tenía 19 años. Eso no la preocupó. Lo que sí le arrancó un grito de dolor y semanas de llanto fue que, a la misma vez, su hijo le reveló su condición médica.
«A mí sinceramente no me preocupó que fuera homosexual. Yo estuve semanas llorando porque uno piensa que por ley de vida, las madres se van primero. No sé cómo era posible que un hijo mío se fuera a morir y yo siguiera viva», relató. «Fue un proceso bien difícil. Su homosexualidad a mí no me importó; ni me preocupa».
Burgos, de 57 años, es madre de cuatro hijos. De un matrimonio anterior, tiene a Pedro Julio y a Waldemar. Hace 33 años está casada con Héctor Mújica con quien tuvo otros dos varones: Héctor Antonio y Antonio Gabriel.
Más allá de preocuparse siempre por el bienestar de sus hijos, Burgos batalla hace seis años con un cáncer de colon que la ha llevado varias veces al quirófano. Durante toda esta lucha, ha continuado su trabajo en la Cámara de Representantes. Anteriormente, fue maestra y también empresaria.
Cuando criaba a sus hijos, les enseñó a mantener abiertas las líneas de comunicación y a agradecer las «pequeñas cosas de la vida». Aseguró que no siempre está de acuerdo con las decisiones de sus hijos, pero los respalda. No le gustó que su hijo mayor se mudara a Miami ni que Pedro Julio decidiera incursionar en la política. Tampoco estuvo del todo a favor de que besara a su novio en aquella vista pública. No porque se tratara de un beso entre dos hombres, aseguró, sino que para ella las relaciones personales son privadas.
«El quería llevar un mensaje y lo logró. Mucha gente se escandalizó porque dos hombres se besen, pero ¿Y aquellos hombres que son infieles o las madres que son infieles hasta teniendo hijos chiquitos? ¿Por qué hay que imponer la moral a unos y a otros no?», cuestionó. «Yo creo que dos hombres o dos mujeres, solteros, libres que se amen son más morales que ese hombre o esa mujer que son infieles».