En conmemoración del Día de Salir del Clóset, les presento un escrito de mi Papá acerca del proceso del salir del clóset, que no es uno individual sino colectivo. Tod@s debemos salir del clóset… aquell@s que somos lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros – así como tod@s nuestros familiares, amig@s, vecin@s, compañer@s de trabajo y estudio heterosexuales. Tod@s debemos reconocer que la homofobia es inmoral y combatirla… viviendo una vida a plena luz del día, siendo visibles, respetando la dignidad del ser humano y luchando por la igualdad.
Este escrito va dedicado a tod@s que han tenido la valentía de salir del clóset, a tod@s que necesitan la fuerza para hacerlo y a tod@s l@s aliad@s heterosexuales que hacen honor a su humanidad solidarizándose con la lucha, que debe ser de tod@s, por la justicia y la igualdad para las personas lesbianas, gay, bisexuales y transgéneros.
A salir del clóset… como De Castro Font
Héctor (Toñi) Mújica
Consultor en Comunicaciones
Carolina, Puerto Rico
Salir del clóset (descubrirse; salir de la clandestinidad; proceso difícil que puede durar días, meses, años…)
J. De Castro Font (representante popular; independiente; novoprogresista; senador; auténtico…)
Conocí al Senador De Castro Font cuando apenas comenzaba su vida política. Frecuentaba la redacción de un periódico de circulación diaria que a la sazón dirigía mi suegro, Pedro Julio Burgos, periodista de los tiempos de “María Castaña”. Este siempre nos decía que De Castro Font vivía la pasión por la política tal y como le enseñara su abuelo y mentor, Don Jorge Font Saldaña, zorro político de la “vieja guardia popular”. Y así fue. De Castro Font ha sido, y es, figura política de primera línea, en las buenas y en las malas, por más de veinte años.
Conocí a mi hijo Pedro Julio Serrano Burgos y a su hermano Waldemar hace ya cerca de treinta años. Siempre me impresionó su madurez, cariño y eterna sonrisa aún cuando yo entraba a ocupar un lugar dejado vacante por su padre biológico. Este siempre se distinguió por sus preguntas incisivas, por la profundidad de sus interrogatorios y, por qué no decirlo, sus dotes de liderato. A temprana edad me di cuenta de que Pedro Julio era “distinto” e hicimos lo indecible para “traerlo de nuevo al redil”. Poco imaginaba lo que se nos venía encima.
De Castro Font subió como la espuma dentro de las filas del Partido Popular. Su tesón y don de la palabra, sí, así mismo como lo lee, le llevaron a escalar altas esferas en la política hasta resultar electo Representante por dicha fórmula, ideal para unos, colonial para otros. No era raro escuchar a De Castro Font el referirse al ideal del estadolibrismo como la mejor opción para Puerto Rico así como citar anécdotas de su abuelo dentro de la lucha política partidista.
Pedro Julio se “destapó” ante nuestra familia a los diecinueve años. El choque fue fuerte por las circunstancias en las cuales sobrevino el “destape”. Aún cuando ya sabía lo que era no es menos cierto de que el “cantazo” sacudió los cimientos de nuestro hogar. No obstante, aquí dio comienzo un nuevo giro en nuestra vida, una nueva realidad: el aprender a comprender.
Mi suegro enfermó viviendo en los altos de nuestra casa. Aún cuando éste, en su larga carrera periodística se relacionó y ayudó con sus escritos a múltiples personalidades de la vida política, solamente un puñado vino a visitarlo a su lecho de enfermo. En variadas ocasiones encontramos a De Castro Font conversando largas horas con el Viejo o disfrutando con éste de una cartelera de boxeo por televisión. Mientras otros dejaron en el clóset del olvido al amigo, De Castro Font salió del clóset para compartir largas horas con él.
Pedro Julio salió del clóset años más tarde, cuando coqueteaba con una candidatura electiva con un partido político. Aún cuando se le recomendó no expresara su orientación sexual, por temor a represalias y desdén de los compañeros de papeleta, éste decidió hacer pública su determinación. Salió del clóset el entonces representante Edwin Mundo y, a través de expresiones homofóbicas, hizo sentir su repudio contra “aquellos hombres que quieren ser mujeres”.
De Castro Font salió del clóset nuevamente a principios del 2001. Electo como representante por el PPD es de todos sabido el “golpe de estado” del que fue objeto al aspirar a la presidencia de la Cámara de Representantes. Más adelante se declaró legislador independiente hasta salir del clóset otra vez para declararse estadista y afiliarse al PNP. Más adelante sale del clóset al profesar su endoso y lealtad al Presidente del Senado, retando a la maquinaria del PNP para ser llamado uno de los “auténticos”.
Pedro Julio ha continuado su trayectoria fuera del clóset a través de los años. Como activista de derechos civiles son altamente conocidos sus encontronazos con “personalidades” como Carlos Sánchez y otros sectores fundamentalistas, opuestos tajantemente a reconocer los derechos de los grupos de homosexuales, lesbianas, bisexuales y transgéneros. Esta gesta ha logrado que sus familiares “salgamos del clóset” para ofrecerle el apoyo incondicional a su labor y a demostrarle al mundo de que Pedro Julio no está solo en esta encomienda.
De Castro Font salió del clóset nuevamente al indicar ante los medios de comunicación que, un proyecto radicado por el Presidente del Senado para reconocerle una serie de derechos civiles a las parejas del mismo sexo, no sería pasado a consideración… “porque no, porque yo lo digo y punto”. Al tomar esta determinación, De Castro Font sale del clóset pero deja dentro aquellos que, aún llevando su propia sangre, compartieron juegos y comieron en su mesa de pequeños; deja adentro aquellos cercanos colaboradores que día a día afrontan los embates de la política partidista a su lado; deja adentro aquellos compañeros de la Casa de las Leyes, electos por el Pueblo y que forman parte silente de un sector de la comunidad que aún no ha salido del clóset.
Pedro Julio salió del clóset. Mis hijos, mi esposa y yo salimos del clóset.
Ya es hora de salir del clóset, como De Castro Font.
Me encanto tu blog, primera vez que aterrizo aqui y me gusto mucho, que cool conocer a gente que lucha por los derechos de todos, realemnte admirable.
Un abrazo desde Santaigo de Chile.