Me siento a almorzar en un «food court» cerca de mi oficina. Tengo el abrigo con el logo de la organización para la cual trabajo: «National Gay and Lesbian Task Force».
Entra una llamada y me pongo a hablar en español. La señora que está en la mesa de al frente se me queda mirando y sonríe.
Al rato me pide permiso para sentarse junto a mi. Le digo que sí y me dice: «te escuché hablando de cosas gays y ahora veo tu abrigo y me lo confirma. Mi hijo es gay. De hecho, hay un muchacho en Puerto Rico que defiende los derechos de los homosexuales y sale en la TV. Lo conoces?»
Le pregunto si sabe el nombre y me dice «Julio Serrano». Le pregunto: «Pedro Julio Serrano?» Me dice: «ese mismo». Le digo que soy yo y me dice: «mentiraaa. Tú eres muy lindo».
Me echo a reir y le doy mi tarjeta de presentación, le enseño mi licencia y se pone colorá. Me pide disculpas y le digo que no se preocupe.
Finalmente me dice: «es que tú eres bien guapo. Te ves mucho mejor en persona. Mi nene es loco contigo y yo le decía que no porque no eras lindo, pero ahora te lo voy a presentar».
JAJAJA! Morí… full.