Le pido encarecida y respetuosamente que lea bien, pues es lo único que expresaré sobre este particular:
En la comunidad tuitera conocemos del comportamiento errático, soez e inflamatorio de Zaida «Cucusa» Hernández y Heidi Wys. Los hechos están ahí.
No tengo nada de qué defenderme, pues a la gente se le evalúa por sus palabras y sus acciones.
Mi mente, mi corazón y mi conciencia están tranquilas. Aprecio y agradezco el apoyo y la solidaridad que me ha dado tanta gente.
Sobre este lamentable y bochornoso tuit, juzgue usted…
Por último, sobre este ataque bochornoso y despreciable de Heidi Wys en mi contra por Twitter y sobre los ataques inmisericordes que he recibido, en mis 15 años de activismo, pero sobre todo en estos días, tras el triunfo del Boicot a La Comay, tengo esto que compartir.
Comparto con ustedes, mi poema favorito «Invicto» de William Ernest Henley. Esta es parte de mi filosofía de vida y ésta es mi mejor respuesta:
Desde la noche que sobre mi se cierne,
negra como su insondable abismo,
agradezco a los dioses si existen
por mi alma invicta.
Caído en las garras de la circunstancia
nadie me vio llorar ni pestañear.
Bajo los golpes del destino
mi cabeza ensangrentada sigue erguida.
Más allá de este lugar de lágrimas e ira
yacen los horrores de la sombra,
pero la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el camino,
cuán cargada de castigo la sentencia.
Soy el amo de mi destino;
soy el capitán de mi alma.
No entiendo porque esas dos señoras hacen tanto daño a tantas personas. ¿Acaso no saben ellas que a las personas que tanto ofenden tienen padre y madre que sufren por sus mesquindades?