Ruddys Martinez: adiós a la Mami de la comunidad…

Columna en El Nuevo Día

Hay seres que son irrepetibles, indispensables, irremplazables.

Son seres que batallaron contra la más terrible adversidad y la tornaron en la más brillante luz de esperanza para otros seres humanos en similares circunstancias de vida.

Esa fue nuestra Mami Ruddys Martínez.

Tal como ella nos contó, en entrevista con este diario, fue forzada a abandonar su casa a los 13 años de edad, cuando su padre le apuntó con una pistola y le manifestó que no quería “maricones en su casa”.

Tan digna como siempre, Ruddys enfrentó a su padre y le dijo “mátame ahora o yo cojo mis cosas y me voy”.

Tenía 13 años, era una niña, pero escogió su dignidad. Sin pensarlo, recogió sus cosas y se fue a la calle, donde se forjó a puro tesón.

Creó su hogar y formó su propia familia — una familia escogida de la que ella se convirtió en la madre de cientos de jóvenes LGBTQ+ que acogió en su casa para darles una oportunidad de vida.

Desde pequeña, aprendió a coser y luego incursionó en el arte del transformismo que le traería fama nacional e internacional.

Su trayectoria la llevó a convertirse en La Pantoja de Puerto Rico por su inigualable imitación de Isabel Pantoja y vivió en España muchos años siendo la estrella que siempre fue.

En cada escenario que pisaba —con su irreverencia, con su humor único, con su garbo y elegancia— llevaba consigo a toda una comunidad que la vio como un referente.

Nos vimos reflejados en su historia de vida; pues muchos de nosotros hemos tenido que batallar la cruel violencia de la homofobia y la transfobia desde muy temprana edad. Nos hemos levantado, a puro pulmón. Nos hemos hecho a la medida como los trajes que confeccionaba Mami Ruddys. Nos hemos celebrado como los espectáculos de seres humanos que ella nos dijo que somos.

Su arte, sus diseños, sus shows siempre nos llenarán de gloria; y los recuerdos —miles y miles como la gente que la amaba— estarán siempre en nuestras memorias.

Más aún, lo que permanecerá es su esencia y su ejemplo, que tenemos que seguir. Aprender de su humildad, de su desprendimiento, de su amor incondicional.

A fin de cuentas, son sus propias palabras las que nos muestran el camino de la solidaridad, la empatía y la sensibilidad hacia los demás seres humanos:

“No quise que otros vivieran esa soledad. Una mamá es una persona que te ayuda en la buena y en la mala. Para mí, es un logro grande haber sido eso en vida. Bajo las luces que he creado, estamos pa’ vivir. Siempre, siempre, como si fuera la última vez”.

Vivirás por siempre, Mami Ruddys, en nuestros corazones; pero más aún en la historia de esta patria que se enorgullece de que hayas sido una de sus hijas más dignas, queridas y aplaudidas.

¡ARRIBA, ARRIBA, ARRIBA!

Un comentario sobre “Ruddys Martinez: adiós a la Mami de la comunidad…

  1. Saludos Pedro se que no te vas a recordar de mi ,soy el esposo de Eduardo Gutierrez el chico de Peñuelas (que en paz descanse) muy triste la partida de Mami Rudys pero más allá de eso el espacio,el hueco que nos deja es imposible de llenar. Ahora corresponde un paso de batuta a las que se están levantando en nuestra comunidad.  Que esa grandeza,gallardía y esa entereza que Mami Rudys tenía no se quede en el recuerdo. A la nueva generación tengan sentido de unión,de integridad y sobre todo de RESPETO. Que usen los pronombres que quieran siempre y cuando sea con RESPETO no se debe permitir que una coal o una letra te defina como individuo,que te defina lo que has echo,a quien has ayudado,a quien hayas asistido cuando más lo necesitaba. Espero que eso se cumpla y que surja no una Mami Rudys porque eso sería esperar demasiado peto si alguien que tenga su misma visión de vida 💛.  Buenas tardes y disculpa el atrevimiento…Sent from my T-Mobile 5G Device

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