El activista de derechos humanos Pedro Julio Serrano tronó en contra de lo que catalogó como «nefasta y anticonstitucional decisión» del Tribunal Supremo de Puerto Rico en contra del derecho a la adopción por parte de una parejas de mujeres lesbianas.
«Con esta nefasta decisión el Tribunal Supremo de Puerto Rico vuelve a incumplir con su obligación constitucional de otorgar justicia a quienes recurren a los tribunales como último recurso en su búsqueda de la igualdad. Esta decisión es anticonstitucional. La Constitución es clara: hay que proteger de manera igual a todos los ciudadanos y no se les puede violar su inviolable dignidad. Esta decisión viola, atenta y desafía estas dos máximas de nuestra Carta Magna. Una vez más el Tribunal Supremo le falla al pueblo de Puerto Rico», aseveró Serrano.
El portavoz de Puerto Rico Para Tod@s, organización que lucha por la igualdad de derechos y la inclusión de las comunidades lésbica, gay, bisexual, transgénero y transexual (LGBTT) y la justicia social para todos los seres humanos, añadió que «el Supremo tenía la oportunidad histórica de no tan sólo honrar la dedicación, el amor y el compromiso que esta pareja de mujeres lesbianas habían demostrado durante el tiempo que criaron a esa niña, sino que era lo justo y lo que la Constitución obligaba. El amor es lo que hace a una familia y el hecho de que esta pareja de lesbianas buscara los derechos y protecciones para esa niña, demuestra ese amor, ese compromiso de vida, esa lucha por que todos seamos protegidos y tratados iguales ante la ley».
Finalmente, Serrano sentenció que «esta decisión – basada en citas bíblicas y no las leyes – no atiende la inconstitucionalidad del Artículo 138 del Código Civil es que prohíbe que dos personas del mismo sexo adopten. Si la Asamblea Legislativa no corrige esta terrible decisión con legislación que permita a todas las personas adoptar, irrespectivamente de su orientación sexual o identidad de género, lo más terrible es que tendrá que ser el Tribunal Supremo estadounidense quien finalmente reconozca ese derecho en nuestra jurisdicción, tal como sucedió con el Artículo 103 de sodomía. Lo esperanzador es que la igualdad es un hecho inevitable, aún cuando las instituciones del pueblo le fallen momentáneamente a su gente».