«Arriba, arriba, arriba» es una de mis frases favoritas. Siempre la dice Mami Ruddys Martínez, la diva del transformismo en Puerto Rico. Y es que transmite esa energía positiva que tod@s debemos tener ante la adversidad.
Durante los pasados días, he recibido innumerables, decenas de mensajes dándome apoyo, ofreciéndome bendiciones, enviándome energías, regalándome sanación. Agradezco profundamente todo el amor que éstos mensajes encierran. Me comprueban que no estamos sol@s en este mundo, que tod@s estamos conectad@s y que la solidaridad está viva en el corazón de cada un@ de nosotr@s… sólo necesitamos activarla.
Dentro de todo este proceso, hay dos mensajes que me han llamado la atención y son tal vez los que más me motivan a seguir luchando por un mundo más justo, solidario y humano.
El primero lo recibí como un propuesto comentario a mi blog titulado: «Con susto, pero con esperanza» y dice: «Que pena que estes pasando por esa etapa tan dolorosa. Se que Dios esta contigo. Fijate, las cosas a veces vienen porque hay qun factor de creciminto bien grande detras de todo esta situacion que estas pasando. estoy orando mucho por ti y se que Dios hara la obra en tu vida de transformarte por fin en un heterosexual 100 por ciento. Oro y te deseo exito.»
Por poco me caigo del sofá cuando lo leí… me eché a reir como no tienen idea. Y es que me parece tan inhumano, insensible y estúpido que haya personas que utilicen un momento tan delicado en la vida de un ser humano para enviar un mensaje como éste. Y sólo me quedó el reir, pues las decenas de mensajes de apoyo y amor, así como las decenas de llamadas son muchos más valios@s que un/a pobre infeliz que no tiene nada mejor que hacer con su tiempo.
Mi problema no es mi homosexualidad. Estoy sumamente feliz, emocionalmente estable, en paz con mi espiritualidad, orgulloso de mi identidad. Mi problema es uno médico, que tiene solución y que estoy en la mejor disposición de atenderlo.
El otro mensaje que recibí hace poco fue de un sacerdote católico que, de algún modo, empezó a recibir mensajes de PRparaTODOS y me escribió lo siguiente:
«No sé quien tuvo la ocurrencia de subscrubirme a semejante porquería como este maldito website de ustedes, y NO se lo agradezco. Yo he enviado ya TRES mensajes a ustedes para que me den de baja de su asqueroso website de homosexuales, lesbianas, pro-abortistas, y otras variedades de esa especie. Sin embargo, ustedes me siguen enviando mensajes que yo no pedí, ni me interesan. Sigan con esta estupidez de enviarme asquerosidades, que estoy acumulando municiones para decirle a todo el mundo en mi parroquia y en todo Puerto Rico lo cochino, patético, y asqueroso que es el estilo de vida de ustedes. – Padre Alejandro Sanchez»
Ambos mensajes los dejé con sus errores ortográficos, pues demuestran el coraje y el odio con que los escribieron. Qué pena que la gente albergue sentimientos tan dañinos y dolorosos en su corazón. Pero lo que más me sorprende es la inmoralidad de tales mensajes. Estas personas han utilizado algo que muchas personas consideran sagrado para profanar la imagen de un Dios de amor. Es inmoral cambiar el mensaje y la filosofía de un Dios que siempre ha sido presentado como un Dios de amor y comprensión y utilizarlo como un Dios de odio y exclusión.
Agradezco tanto estos mensajes, porque me reafirman que todavía queda mucho camino por recorrer, que todavía falta mucho para que los seres humanos comprendamos y respetemos la dignidad de cada persona, que todavía falta mucho para que el amor predomine en nuestras acciones, pensamientos e intercambios con los demás.
Yo me quedo con lo bueno de las decenas de hermosos y maravillosos mensajes que recibí de personas solidarias. Y también me quedo con la motivación de seguir luchando por tocar los corazones de las pobres almas que escogen el odio al amor… porque después de todo, cuando nada quede, sólo quedará el amor… y el amor transforma hasta a el o la más desalmad@…
¡Arriba, arriba, arriba!
