La bendición del papa a parejas LGBTQ+…

Columna en El Nuevo Día

Jamás pensé ver algo así.

Como católico cultural y hombre gay, nunca imaginé que un papa ordenara a los sacerdotes bendecir a las uniones entre personas LGBTQ+.

Es un paso —aunque insuficiente— monumental en el reconocimiento del amor incuestionable que existe entre las parejas LGBTQ+.

Es insuficiente porque no se oficiará el sacramento del matrimonio; pero al mismo tiempo, esta bendición imparte una aceptación tácita de las relaciones amorosas entre personas LGBTQ+.

Es monumental porque el papa, como líder de más de mil millones de católicos en todo el mundo y como referente de otras creencias religiosas, envía un mensaje poderoso de respeto, amor e inclusión.

Esto, sin lugar a dudas, va a lograr un cambio excepcional en la manera en que los católicos miran a las personas LGBTQ+. Es estremecedor.

Hay un reconocimiento de que nuestro amor es merecedor de una bendición, aunque aún hay un lenguaje sobre el pecado.

Tal vez, por eso mi llamado —tanto humilde como osado— para que el Vaticano no siga insistiendo en catalogar como pecado a la homosexualidad.

El pecado no es ser quienes somos o amar a quienes amamos. El pecado es la homofobia, el discrimen, la exclusión, el rechazo, la violencia en contra de las personas LGBTQ+.

El amor jamás puede ser pecado. Y eso, el papa Francisco, lo ha demostrado con sus acciones de apertura, de respeto, de acercamiento hacia las personas LGBTQ+.

Ojalá podamos ver un cambio, aún más transcendental, en esa visión de parte de la Iglesia Católica antes de que culmine su papado. Ese cambio tiene que incluir el acceder a todos los sacramentos, incluyendo, por supuesto, el matrimonio.

Ese sí sería el reconocimiento pleno —sin connotaciones, sin ambages, sin peros— de la humanidad total de las personas LGBTQ+.

Solo le falta un empujón, papa Francisco. Por el bien de tanta gente que le sigue, termine de abrir —de par en par— las puertas de su Iglesia Católica a millones de feligreses LGBTQ+ que se acercan, pero aún no regresan.

Regresarán cuando finalmente se les trate de igual forma que a los demás. Ni más, ni menos.

Cataloga de «monumental» anuncio del Papa Francisco de bendecir uniones LGBTQ+…

El activista de derechos humanos Pedro Julio Serrano se mostró satisfecho con el anuncio del Papa Francisco autorizando a los sacerdotes para que puedan bendecir a las parejas LGBTQ+.

“Jamás pensé ver algo así. Es un paso, aunque insuficiente, monumental en el reconocimiento del amor incuestionable que existe entre las parejas LGBTQ+. A ver si Proyecto Indignidad y sus secuaces entienden que ya basta de sus agendas de exclusión”, aseveró Serrano.

El portavoz de Puerto Rico Para Todes reconoció que, aunque no se oficiará el sacramento del matrimonio, esta bendición imparte una aceptación tácita de las relaciones amorosas entre personas LGBTQ+.

“En momentos en que arrecian los fundamentalistas con sus agendas de odio, el Papa Francisco envía un mensaje de respeto, amor e inclusión. Esto, sin lugar a dudas, va a lograr un cambio excepcional en la manera en que los Católicos miran a las personas LGBTQ+. Es estremecedor”, concluyó Serrano.