No tengan miedo…


No tengan miedo

Pedro Julio Serrano
Activista de Derechos Humanos

El Nuevo Día
Columnas
23-Febrero-2007

En una democracia, los derechos civiles y humanos se reconocen ya sea para una sola persona o para cuatro millones de personas. Nuestra Constitución garantiza la igualdad ante la ley de todos los ciudadanos, sin exclusión alguna. Del mismo modo, reconoce la inviolabilidad de la dignidad del ser humano. Estas máximas de nuestra Carta Magna no pueden quedarse en mera teoría, se tienen que poner en práctica. Todos significa todos. «Inviolable» no permite excepción.

Es por ésto que nuestra Legislatura tiene que hacer valer la igualdad ante la ley de todo su electorado, no sólo de aquéllos que gritan mucho o que con el diezmo de sus feligreses contribuyen a sus campañas.

Ya los grupos fundamentalistas han anunciado manifestaciones en contra del reconocimiento de derechos para las parejas del mismo sexo contenidos en la revisión del Código Civil. Pretenden amendrentar a la clase política puertorriqueña, por lo que le recuerdo a los legisladores que miren hacia las pasadas elecciones como muestra clara que no tienen por que temer. Candidatos que fueron apoyados por estos sectores fundamentalistas fueron derrotados en las urnas y aquéllos que fueron rechazados por estos mismos grupos, hoy están entre ustedes en los hemiciclos legislativos.

Señores legisladores, no tengan miedo. No existe el tan mentado «costo político», ya que este pueblo es justo y cree en la democracia y en nuestros más altos valores de justicia e igualdad.

Si fuera por la mayoría, los derechos de las mujeres no se hubiesen reconocido. Si fuera por la mayoría, los negros todavía serían esclavos. Si fuera por la mayoría, el divorcio estaría prohibido en Puerto Rico.

Precisamente, por eso tenemos una Legislatura que juró defender nuestra Constitución. Constitución que tiene que ser sacada de su urna y hacerla viva. Esta Legislatura tiene la oportunidad de que estas promesas de igualdad y de justicia se hagan realidad. Para que la minoría sea protegida de la tiranía de la mayoría. Para que cada ser humano que habita en esta tierra pueda disfrutar de la verdad que encierra la célebre frase de don Eugenio María de Hostos: «Siendo iguales los deberes, son iguales los derechos».

Las parejas gay ya tenemos los deberes. ¿Dónde están nuestros derechos?

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