Junta de Libertad Bajo Palabra determinará este mes si evalúa el caso de Ángel Colón Maldonado…

Por Alex Figueroa Cancel | El Nuevo Día

La Junta de Libertad Bajo Palabra (JLBP) citó a una vista este mes para determinar si evalúa el caso de Ángel Colón Maldonado, quien fue apodado como el “Ángel de los Solteros” por los prejuicios sociales de la década de 1980, debido a que las víctimas que asesinó fueron hombres gays.

El nombre del confinado – con todo y apodo – figura en la lista de reos que tendrán vistas ante la JLBP para este mes. Su caso está para el próximo 31 de mayo.

Aunque dijo que no está autorizada para hablar de un caso en específico, la presidenta de la JLBP, Aixa Pérez Mink, confirmó que la lista de casos publicada en la página de la entidad, en la que figura Colón Maldonado, está correcta.

Pero no es la primera vez que su caso es citado. También estuvo en calendario para el 15 de noviembre del año pasado, pero, de momento, se desconoce el desenlace de dicha vista.

En 1987, Colón Maldonado fue sentenciado a más de 300 años en prisión por los asesinatos del dentista Luis Manuel González López, el reconocido cronista social Iván Frontera y el músico Gabriel Faxas de Miguel. No obstante, en una carta confesó un total de seis asesinatos y un intento, aunque se le vincula a muchos otros. Más de una década después, un estudio académico lo catalogó como el primer asesino en serie documentado en Puerto Rico.

Pérez Mink explicó que ningún confinado puede solicitar que la JLBP comience a evaluar su caso, sino que se trata de un proceso compulsorio bajo la Ley 85 de 2022, que obliga al Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR) a informar a la JLBP sobre los confinados que pueden ser evaluados.

Añadió que antes de esa ley, cada convicto tenía que esperar a extinguir 25 años de cada sentencia de asesinato en primer grado. Eso significaba que por los tres asesinatos, Colón Maldonado hubiera tenido que esperar a cumplir 75 años de condena para cualificar para el beneficio. Pero, con la Ley de 85 de 2022, ya es elegible para que la JLBP lo evalúe, pues ya ha completado 37 años del dictamen judicial.

Sin comentar sobre si Colón Maldonado interesa o no salir, Pérez Mink indicó que “no existe eso de que un miembro de la población correccional diga que quiere ir a la Junta”.

“Primero tiene que ser referido por el DCR, pero eso no significa que va a salir (libre) bajo palabra. Tienen que cumplir con las disposiciones de la ley”, señaló Pérez Mink a El Nuevo Día.

“Hay muchos casos que el DCR los refiere a la Junta y en la vista de consideración (los convictos) dicen que le den el papel para renunciar, porque no les interesa. Eso sucede con bastante frecuencia”, agregó.

Detalló que si el reo sí quiere ser considerado, entonces la JLPB determina, en primera instancia, si el referido del DCR cumple con los requisitos básicos para evaluar el caso.

“Si el expediente está completo, se comienza con un oficial examinador que recibe evidencias, como penal, social, médica, factores del técnico sociopenal… Se mira si hay querellas, si cumplió con los cursos de rehabilitación, las circunstancias de los delitos, las veces que ha sido sentenciado, plan de salida viable y las opiniones de las víctimas”, apuntó Pérez Mink.

“La JBLP, dentro de su discreción, ve si hay elementos de peligrosidad para conceder la libertad bajo palabra”, añadió la funcionaria. “En los casos de asesinato, robos, agresiones sexuales, violencia doméstica y secuestros, es mandatorio que presenten una evaluación sicológica. En algunos casos se pide evaluación psiquiátrica”.

En una entrevista en verano de 2022, el psiquiatra forense Raúl López, quien ha estudiado el caso por años, le dijo a El Nuevo Día que Colón Maldonado habría matado a más personas si hubiera quedado en la libre comunidad, pues “la sicopatía no es una enfermedad, es un perfil de personalidad”.

“Luego de terminar este caso se logró la intención principal, que es identificar y separar (a) estos individuos de nuestra sociedad de manera permanente”, manifestó López.

“Si la defensa de la imputabilidad hubiese tenido éxito, no era más que cuestión de tiempo que él matara a más gente. Los estudios indican que los antisociales y los sicópatas no cambian. No hay ningún tratamiento que los cambie, no hay ninguna terapia que los mejore”, afirmó.

Para que la JLBP considere un señalamiento como el de López, Pérez Mink dijo que “es importante que el siquiatra así lo ponga en su evaluación”.

En relación a las víctimas y sus familiares, la presidenta de la JLBP aseguró que tienen derecho a oponerse, a ser escuchadas durante el proceso, a estar presentes como colaboradores, a estar asistidos por abogados, a presentar evidencia y “a tener acceso a expedientes médicos para tener una opinión informada”.

En caso de que no estén de acuerdo con la determinación de la entidad, pueden pedir una reconsideración y luego también acudir al Tribunal de Apelaciones de Puerto Rico.

“La opinión de las víctimas es uno de los criterios. Si hay peligrosidad, la Junta tiene que tener esa información. Es importante que la víctima responda a las notificaciones públicas”, indicó Pérez Mink.

Surgen voces en contra de su libertad

Una de las primeras voces que ha surgido en contra de la posibilidad de la libertad bajo palabra de Colón Maldonado es el de una mujer que asegura haberlo conocido en 1985.

El Nuevo Día conversó con la mujer este martes, durante el programa “Rayos X” de Telemundo, donde pidió que no se revelara su identidad por miedo a su seguridad.

Relató que trabajaba para un periódico local en aquella época y había conocido a Fronteras, por lo que pudo ver a Colón Maldonado. Tras el crimen del cronista, publicó referencias del entonces joven que ayudaron a las autoridades a identificarlo.

La mujer asegura que recibió una carta amenazante de su parte. Relató que también recibió una llamada telefónica en la que Colón Maldonado le dijo: “‘Sucia, puerca, tú eres la próxima’”. Contó que durante varios meses la Policía la movió de ubicación casi a diario mientras intentaban dar con el paradero de Colón Maldonado. Además, expuso que dos de las víctimas vivían en un edificio donde ella residía.

“A lo largo de los años, él sí le dijo a los trabajadores sociales que si salía, él me mata, por lo que estoy completamente segura que si le dan la libertad bajo palabra, soy cadáver”, expresó la mujer en el programa televisivo, donde también comentó que Colón Maldonado no actuó solo en 1985.

Por su parte, el activista de derechos humanos Pedro Julio Serrano exigió que no permita la salida de Colón Maldonado.

“Es inconcebible que, tan siquiera, se esté considerando soltar a uno de los asesinos más despreciables en nuestra historia. Aún cuando se celebre la vista del 31 de mayo sobre su caso en la Junta de Libertad Bajo Palabra, Angel Colón Maldonado tiene que permanecer en prisión. Sacarlo (de prisión) enviaría un mensaje equivocado y peligroso de que las vidas de las personas LGBTQ+ no valen nada. Sacarlo de prisión sería un acto criminal”, aseveró Serrano.

Asimismo, recordó la carta que Colón Maldonado envió a una jueza del Tribunal de Carolina en la que confesó los siete crímenes y que hacía alusiones de índole religioso para justificar sus actos. Pidió a la jueza que lo condenara a prisión porque era “culpable aquí y justificado allá”.

En el 2007, en una entrevista con Wapa Televisión, volvió a tratar de justificar sus crímenes con expresiones como: “Era algo que tenía que hacer” y que “arrepentirme de lo que sucedió, no”.

Para Serrano, “ante el estado de emergencia por violencia de género y crímenes de odio que vivimos, no se puede, bajo ningún concepto, permitir que este asesino en serie salga a la calle”.

“Si el gobierno accede a esta petición, no habremos aprendido nada con la abominable salida de Hermes Ávila de prisión que permitió que éste asesinara a Ivette Joan Meléndez Vega. Esto tiene que parar ya”, concluyó Serrano.

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